Trastornos afectivos y del comportamiento
Trastornos de inicio en la infancia, la niñez o la adolescencia
DSM-IV-TR,2002.
1.
Retraso Mental
2.
Trastornos de
aprendizaje
3.
Trastornos de
comunicación
4.
Trastornos
generalizados del desarrollo
5.
Trastornos por
déficit de atención y comportamiento perturbador
6.
Trastornos de la
ingestión y dieta alimenticia de la infancia y la niñez
7.
Trastornos de tics
8.
Trastornos de
eliminación , entre otros
Como hemos visto mediante la anterior clasificación podemos
encontrarnos con multitud de trastornos en estas primeras etapas, pero
principalmente vamos a centrarnos en los ”Trastornos por déficit de atención y
comportamiento perturbador”, ya que actualmente este es muy común en las aulas
escolares y aunque es conocido a veces los propios profesionales y
familiares no están plenamente
informados y sus ideas son erróneas.
1. Trastorno por
déficit de atención por hiperactividad: La
definición presenta tres características claves, como son: la falta de
atención, la impulsividad y la sobreactividad. En casi todas las dimensiones
científicas del trastorno se toman en cuenta estos elementos y aunque no se
conoce claramente la causa del problema, algunas investigaciones apuntan hacia
la alteración de los mecanismos de reabsorción de los neurotransmisores.
Tipo con predominio
del déficit de atención: En este caso el
niño presenta muchas dificultades para
seleccionar, mantener y distribuir la actividad psicológica de acuerdo a los
intereses del individuo en un momento determinado, es decir, la posibilidad de
concentrarnos en aquellos estímulos que nos interesan y mantener nuestra
concentración durante el tiempo necesario.
Tipo combinado: En este caso el niño presenta características con predominio del
déficit de atención y características de predominio hiperactivo- impulsivo.
Trastorno por
déficit de atención con hiperactividad no especificado: Presenta características típicas del déficit de atención pero no
cumple todos los requisitos.
Trastornos por
conductas perturbadoras
Constituyen alteraciones
comportamentales, donde el rasgo esencial es el choque entre el individuo y su
entorno social, dándose dos circunstancias:
El niño presenta un déficit en la adquisición de ciertos
comportamientos necesarios para una adecuada interacción personal en su
contexto y edad.
Presenta pautas de comportamiento sistemáticas de violación de algunas
normas elementales que regulan el intercambio social.
La presencia
de un trastorno disocial implica, siempre, un deterioro significativo en las
actividades familiares, escolares y sociales de la persona. Las consecuencias
de sus comportamientos pueden derivar en medidas judiciales, educativas y
sociales que, en ocasiones, suponen contención, alejamiento o exclusión.
Trastorno por comportamiento perturbador no
especificado Presenta características típicas de trastornos
negativistas desafiantes y disociales, pero no cumple todos los requisitos.
Intervención y tratamiento
Debemos comenzar a tratar desde el propio centro y la
familia, así pues el consejo escolar del estado señaló que la convivencia
mejoraría si los profesionales reflexionan sobre su papel y sus funciones
adaptándolas cuando es necesario y actuando con coherencia, comprometiéndose
también con las familias favoreciendo la comunicación entre ellos y muy
esencialmente trabajando conjuntamente las normas de convivencia y por ultimo
comprometiéndose todo el equipo educativo de centro a su mejora.
Trataremos estas propuestas a nivel de centro y aula, nos
centraremos en la intervención a nivel de aula, en la cual debemos tener en
cuenta:
La organización del
grupo-clase, donde debemos dejar que
nuestros alumnos interactúen, favoreciendo las motivaciones de los alumnos,
partiendo del trabajo en grupos y tratando la diversidad positivamente como
fuente de riqueza.
El profesorado, debe formarse, incorporar nuevas técnicas además de
motivar e implicar a los alumnos.
La acción tutorial, ha de ser la actividad más importante debemos cuidar la
elección de tutores, utilizarla como mediador de conflictos y por supuesto
coordinarnos con las familias, orientadores y otros profesionales.
A nivel de familias
Es necesario informarlas de las normas de convivencia, implicarlas
en la elaboración de las mismas y potenciar las escuelas de padres, donde
recibirán información y formación por parte de profesionales.
A nivel de alumnos
Debemos
ampliar su protagonismo en las normas de convivencia, plantear aprendizajes
sociales, detectar sus dificultades de aprendizaje, prestar atención a sus
conductas, cuidado de materiales, establecer grupos heterogéneos, con apoyos de
diversificación curricular, fomentar asociaciones juveniles y proponer
programas de intervención u estrategias.
Los programas de intervención educativa que
se han mostrado más eficaces poseen una serie de criterios y elementos comunes
entre los que destacan los siguientes:
ü Existencia
en el centro de adultos de referencia,
con gran capacidad de empatía, estabilidad emocional, rigor en la exigencia y
flexibilidad en la aplicación de consecuencias.
ü Espacios para
la tutoría
ü Plan de convivencia colectivo e individual claro y concreto con
especificación de normas, límites y consecuencias.
ü Participación del alumnado en el diseño del marco normativo y en la
gestión de su control y de la aplicación de consecuencias.
ü Plan consensuado de intervención ante comportamientos problemáticos o
antisociales que contemple medidas preventivas, formativas, correctivas y de
contención
ü Trabajo conjunto con la colaboración y participación
de las familias en el seguimiento y control del comportamiento
escolar. Estableciendo cauces fluidos de información y coordinación.
Como reflexión podemos decir que estas conductas cada día aparecen
más comúnmente en el aula y estas a veces son identificadas o interceptadas por
los docentes aunque a veces el desconocimiento de los propios familiares y
docentes llevan a calificar conductas que no son, por ejemplo cuando vemos a un
niño inquieto con muchas curiosidades e inquietudes, a veces pasa que sin ni
siquiera hacer una valoración adecuada, lo calificamos como hiperactivo, es
decir con ello quiero expresar que no debemos tomar decisiones, que no nos corresponden
a la ligera, ya que ponemos al niño una etiqueta, la cual una vez impuesta es
muy difícil de quitar.
Enlaces de interés
ü http://centros.educacion.navarra.es/creena/002conductuales/PDFs/Trastorno%20Disocial.pdf, en este enlace podemos encontrar mas información con
gráficos sobre los diferentes trastornos además de cómo diagnosticar si el niño
tiene o no un trastorno conductual y evaluación psicopedagógica.
ü http://www.saber.ula.ve/bitstream/123456789/30000/1/articulo5.pdf, Trastorno
por Deficit de Atención e Hiperatividad. Lesvia Marina González. AGORA - Trujillo. Venezuela.
ISSN 1316-7790-AÑO 11- N° 21-ENERO - JUNIO – 2008, en este articulo podemos
encontrar cantidad de información sobre el TDAH, además de una completa
intervención y evaluación.
ü http://www.ehu.es/echeburua/pdfs/3-avances.pdf, este libro, nos muestra diferentes tablas e información grafica además
de multitud de información sobre los diferentes tipos de trastornos.
ü http://www.youtube.com/watchv=xDm1EXLo01A&NR=1&feature=endscreen, en este enlace podemos encontrar una recomendación del Libro no
estáis solos, donde explica muy bien el trastorno de la hiperactividad. Y las
características principales de estos niños.
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